Blog Creditaria México

miércoles, 5 de noviembre de 2014

LAS REGLAS DEL CRÉDITO HIPOTECARIO

El mejor crédito hipotecario, ese bueno, bonito y barato que te ofrecen en los anuncios, no existe. Lo que debes buscar, y es mejor si lo haces asesorado por un experto, es el crédito hipotecario que se adecua a tu perfil.

Cada persona tiene un historial crediticio, un nivel de endeudamiento, un ingreso, así como un estilo de vida y de gastos diferente. Un solo producto no responde a las necesidades de cada perfil.

Hay reglas básicas al pensar en un crédito hipotecario:

Que sea en pesos, no en unidades de inversión (udis) o salarios mínimos, ya que estas medidas dependen de la inflación y con el tiempo cambian, por lo que cada mes tu mensualidad se irá incrementando y no sabrás cuánto debes pagar. Además, con una mayor inflación pagarás siempre más, pero tus ingresos no necesariamente se van a incrementar a la par.

Que sea a tasas fijas, es decir, que los intereses no se incrementen o cambien con la vida del crédito. Esto te lleva a no conocer exactamente el monto que vas a pagar cada mes y hace más difícil el cálculo de tus finanzas personales.

Procura que sea a 15 años. La diferencia en el monto de una mensualidad en un crédito de 15 años en relación con el de 20 y hasta 30 años no es mucha y no necesariamente justifica los cinco años más de crédito. Con una hipoteca a 15 años por una propiedad de un millón de pesos pagarías unos 12,000 pesos al mes, a 20 años la mensualidad bajaría solo a 11,500. (Los datos considerados son a finales de 2013.)

Si tu ingreso no te da para la mensualidad, entonces debes buscar una casa más barata, poner más en el enganche o pedir menos crédito.

4. No te vayas por la tasa, el Costo Anual Total (CAT) o la mensualidad más baja. Si hay promesas maravillosas es que algo anda mal. Ni modo, hay que dudar y hacer bien la tarea, es decir, compara las tablas de amortización y busca el crédito en el que pagues más cada mes por la casa.

Por ejemplo, por un millón de pesos podrías pagar 10,400 pesos al mes con la tasa más baja del mercado (datos a finales de 2013), pero los primeros ocho años de vida de tu crédito aportarás más dinero de esta mensualidad a los intereses, seguros y comisiones por administración de tu crédito que por tu casa. Al amortizar menos capital tu costo por la casa al final es más alto, pues la base sobre la cual calculas los intereses se mantiene en el tiempo.

Como he dicho, en promedio se vive una casa unos ocho años, así que si vas a vender tu casa a los ocho años de tu crédito lo que quieres es haber pagado la mayor cantidad de capital por ella. Cuando compares créditos, fíjate cuánto has pagado de la casa al año ocho, puedes encontrar diferencias significativas. Esto te podría impedir lograr la adquisición de una mejor casa a la que ya tenías y no irás creando patrimonio.

Firma el crédito que puedes pagar. No destines más del 30% de tus ingresos brutos a este pago. No quieres ser pobre con casa, sino incrementar tu patrimonio.

Compara los seguros. Aunque son beneficios o características menos tangibles en los créditos, es importante que los entiendas. Una buena cobertura de daños hace la diferencia si piensas que el cambio climático llegó para quedarse y que los desastres naturales son parte de las noticias cada año. También revisa el seguro por desempleo, pues siempre cabe la posibilidad de que te quedes sin ingresos un tiempo y esto te ayudará.

Haz pagos adelantados solo con tus excedentes. Para decidir si vas a hacer pagos adelantados a tu hipoteca primero averigua si hay penalizaciones por hacerlo, después si la aportación se va directo al capital. Ya que tienes esto claro, entonces puedes hacer pagos adelantados cuando te llega un dinero extra, como el aguinaldo o un bono, siempre y cuando este monto no lo necesites para pagar otras deudas o necesidades personales. Finalmente, si vas a hacer pagos adelantados, intenta que sean en los primeros cinco y hasta ocho años de tu crédito, que es cuan- do pagas más intereses.

No caigas en la mercadotecnia. Pedir en automático el crédito que más has visto anunciado en la televisión o uno que es solo para mujeres sin leer bien qué quiere decir esto puede ser un gran error. 
Los productos que hacen diferencias ofrecen beneficios según el perfil; por ejemplo, un crédito para mujeres te permitirá reducir tu mensualidad por tu titulación o la de tus hijos, por casarte o tener un hijo. Estos eventos que por un par de meses permitirían que pagues menos en tu mensualidad no son recurrentes y quizá no sucedan en el plazo por el que contrates el crédito. Por lo tanto, sal y compara con otros que no sean solo para mujeres.

Si tienes pareja, participen los dos en el crédito. Es recomendable que los dos queden como coacreditados porque todos los créditos tienen seguros: de vida, de desempleo o de incapacidad. En el momento en que los dos en la pareja son acreditados, el seguro los cubre a ambos. Si uno solo es beneficiario y queda incapacitado, la familia no recibirá beneficio alguno dentro del crédito; no obstante, los gastos familiares se van a incrementar de forma importante.

11. Toma en cuenta la Reforma. Los intereses reales que podrán deducirse por créditos hipotecarios solo serán aplicables por los que no rebasen las 70,0000 udis, que hoy en día son unos 3.5 millones de pesos.

Fuente: Metroscúbicos
Fragmento de Vivir como reina y gastar como plebeya (Diana, 2014), reproducido con autorización de Editorial Planeta Mexicana.

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