Pedir un crédito va mucho más allá que pedir dinero. En
nuestra mente ese dinero tiene el súper poder de darnos un techo donde vivir
(hipoteca), declarar nuestra posición social (crédito automotriz), darnos
tranquilidad para llegar a fin de mes (préstamo express), un apapacho por algo
que nos merecemos (meses sin intereses) o adelantar alguna necesidad (tarjeta
de crédito).
He aquí algunos errores que debemos evitar para no dejarnos
dominar por la emoción de conseguir dinero prestado:
1.- Confundir "pagos chiquitos" con
crédito barato. Un crédito barato es aquel que, sumando el total de pagos, no
representa mucho más de la cantidad de dinero que obtuvimos en un principio.
2.- Olvidar que existe un mañana. Comprar en
cuotas requiere planear hacia el futuro y hacer cuentas sensatas para estimar
nuestra capacidad de cumplir con esos pagos.
3.- Centrarnos sólo en una opción. Es importante mandar
de recreo a nuestro ego y comparar créditos en función de su costo y
beneficios, es la forma correcta de contratar un crédito.
4.- Intentar tapar el sol con un dedo. Si se
sufre para acreditar ingresos para el pago de una hipoteca tal vez valga la
pena detenerse y preguntarse ¿realmente puedo pagar esta mensualidad?.
Aprender a distanciar la emoción que nos domina al pedir
dinero prestado, es un camino que vale la pena recorrer. Recuerda, toma el
control de tu dinero antes de que alguien más lo haga por ti.
Fuente: Editorial Metroscubicos www.creditaria.com.mx
Fuente: Editorial Metroscubicos www.creditaria.com.mx
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