Blog Creditaria México

lunes, 2 de marzo de 2015

4 consejos para lograr estabilidad económica


Cuidar los ingresos extras, administrar gastos, designar métodos de pago y establecer metas financieras a corto plazo son cuatro consejos para que la estabilidad económica sea una constante en tu vida.


Si bien el dinero no es la felicidad, es una realidad que gozar de estabilidad económica va de la mano con la tranquilidad personal. Es importante que prestes atención a este aspecto de tu vida. Lograrlo no es tan difícil si somos constantes en ciertos hábitos financieros y si nos proponemos objetivos específicos para mejorar constantemente.

Debemos ser muy conscientes de nuestros ingresos y nuestra forma de administrarlos. A continuación cuatro consejos para que la estabilidad económica sea una constante en tu vida:

1. Cuida tus ingresos extra.
A veces recibimos un ingreso extra al esperado, ya sea por una bonificación en el trabajo, comisiones, aguinaldo o porque nos regresan dinero que teníamos prestado, por ejemplo. No importa si es una cantidad pequeña o mucho más de lo que esperabas; es dinero extra y siempre cae bien. Pero no es menester gastarlo todo el mismo mes en compras innecesarias y darte varios lujos. De hecho, es recomendable no hacerlo, por muy tentador que parezca. Una buena idea es aprovechar ese dinero para hacer alguna remodelación a tu casa que tengas pendiente o guardarlo para cuando salgas de vacaciones. También recuerda que si algún día tienes un imprevisto (emergencias, pérdida de trabajo) vas a agradecer haber guardado ese dinero.

2. Administra tus gastos con una app
Llevar un control de tus gastos es indispensable para poder administrar tu sueldo y hacerlo rendir al máximo. Si cuentas con un smartphone, aprovecha la tecnología y administra tus ingresos con una app. Con estas herramientas puedes ingresar tu sueldo (quincenal, mensual o como prefieras) e ir restando absolutamente cada gasto que hagas, puedes programar tus gastos fijos para que se resten automáticamente mes a mes y además puedes dividir por tipos de actividad tus gastos, por ejemplo: comida, ropa, transportes, hogar, diversión. También puedes establecer un plan de ahorro y en base a todo estos datos, tu celular te notifica cuánto dinero tienes disponible para gastar por día, por semana y al mes. De esta forma tu sueldo rendirá más, no dejarás gastos fijos sin pagar y podrás seguir un plan de ahorro. Algunas apps para administrarte financieramente son: Wally, iXpenselt y MoneyStrands.

3. Designa métodos de pago para cada tipo de gastos
Es importante elegir y tener un control de cuáles serán los métodos de pago para gastos fijos y variables. A veces resulta conveniente domiciliar los pagos fijos a tu tarjeta de crédito o de servicios, no sólo por la comodidad de pagar en un solo lugar todas las facturas, sino también porque así evitarás olvidos y que te suspendan el uso de servicios.
Pero entonces deberás convertir en prioridad pagar a tiempo tu tarjeta, tomando en cuenta que probablemente realices otras compras con la misma. De otra forma, generarás intereses por la cantidad total de tus facturas domiciliadas y entonces, en vez de ser una útil herramienta, tendrás que pagar más por tus servicios. Por eso también es recomendable usar la tarjeta de crédito solo para pagos domiciliados y algunas compras a mensualidades y utilizar el débito o efectivo para los gastos variables, comidas, gasolina.

4. Establece metas financieras a corto plazo
Una meta financiera a corto plazo puede ser reducir tus gastos variables, por ejemplo: disminuir tus gastos de comidas fuera de casa y en vez de gastar 3,000 pesos, gastar 1,500 pesos. No intentes lograrlo de un mes a otro porque será muy brusco el cambio y probablemente lo veas como algo imposible. Será mucho más fácil si reduces 500 pesos mes a mes; de esta manera, en tres meses habrás logrado tu objetivo sin resentirlo tanto. También puedes dar pequeños pasos para lograr metas a largo plazo. Ya sea que tu objetivo sea invertir, salir de vacaciones, comprar un coche o empezar un negocio, la forma de conseguirlo es aparentemente muy sencilla: ahorro. Una manera de lograrlo es hacerlo poco a poco. Por ejemplo: suponiendo que actualmente no ahorres absolutamente nada, puedes empezar por guardar 5% de tu quincena, intenta lograrlo por 3 meses. Después aumenta a 10% por 3 meses más y ve aumentando poco a poco hasta que llegues a tu meta. No te permitas ahorrar menos que la quincena pasada y no utilices el dinero para algo que no sea tu propósito a largo plazo.

Si te has administrado de una forma durante muchos años e incluso estás acostumbrado a verte en aprietos económicos a fin de mes, nunca es tarde para reestructurar tus hábitos financieros. Tomarte el tiempo de hacerlo, es una inversión que definitivamente traerá beneficios económicos y personales. Recuerda que si quieres resultados diferentes, debes actuar diferente y tus finanzas no son la excepción.

Fuente: El economista

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