Prevenir siempre será el mejor camino para mantener una
buena calidad de vida. La mayoría de las personas estamos
acostumbradas a atacar el problema cuando ya se presentó pero,
hacerlo así resulta en mayores dificultades y en mayor costo
económico.
Existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo para que
una mujer desarrolle cáncer de mama. El primer factor de riesgo es
la edad, lo cual influye de manera proporcional, a mayor edad,
existe mayor riesgo. También, tener historia personal o familiar de
cáncer de mama o de ovario puede incrementar el riesgo de cáncer
por lo que se recomienda que conozcan su historia familiar para
tomar medidas preventivas adecuadas.
Mediante actividades sencillas, las mujeres pueden contribuir a
cambiar sus hábitos y ayudar en la prevención del cáncer de mama y
en la detección en etapas tempranas. Algunas de las medidas que
podrían ser de utilidad:
- Control adecuado del peso, incluyendo en la alimentación diaria, bebidas y alimentos saludables.
- Programas de ejercicio realizados de manera regular.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Realizar exámenes diagnósticos de imagen, en forma sistemática, de acuerdo a la edad y a los factores de riesgo conocidos.
- Consultar a su médico en caso de tener historia familiar de cáncer de mama (madre, padre, hermanos o hijos) para conocer el riesgo real y los métodos ideales para el diagnóstico temprano.
¿Cuándo se debe acudir con un especialista?
Los signos clínicos o síntomas del cáncer de mama son variables
y pueden ser distintos en cada mujer. Por eso es importante conocer
la anatomía normal de la mama y aprender bien la técnica del auto
examen para poder detectar cambios sutiles y acudir al médico.
Algunos signos de advertencia para detectar el cáncer de mama a
tiempo son:
- Aparición de un tumor o masa palpable en las mamas o en la axila.
- Endurecimiento o hinchazón focal en la mama.
- Enrojecimiento focal o hundimientos en la piel de las mamas.
- Eritema, descamación, ulceración o retracción del pezón.
- Secreción anormal por el pezón (secreción transparente o sangre).
- Cualquier cambio en el tamaño o la forma de las mamas.
- Dolor focal persistente (más de un mes y en la misma región de la mama).
Es importante saber que la mayoría de las veces, estos signos o
síntomas se explican por enfermedades inflamatorias benignas, no
relacionadas con el cáncer.
¿Mamografía o ultrasonido?
El ultrasonido es el estudio diagnóstico de primera elección en
toda mujer menor de 35 años que acude a un estudio por un síntoma o
signo clínico relacionado con la mama (masa palpable, secreción por
el pezón, cambios en la piel, entre otros). En muchas ocasiones, el
ultrasonido permite realizar un diagnóstico confiable y certero y
no se requiere de mamografía, especialmente cuando la paciente es
muy joven, porque muestra una sensibilidad y especificidad muy
alta.
En cambio, las mujeres mayores de 40 años requieren siempre de
una mamografía para el diagnóstico adecuado porque más del 75% de
los cánceres son visibles primero con este método y si son cánceres
muy pequeños (in situ) pudieran no verse en el ultrasonido y ser
negativo.
La decisión del tipo de estudio de imagen que una paciente
requiere dependerá de la evaluación cuidadosa del médico radiólogo
especialista en imagen de la mama.
Siempre debemos tener presente que el cáncer de mama es curable
cuando se realiza el diagnóstico a tiempo y que la mamografía sigue
siendo el estándar en la detección temprana y es el único método
que ha demostrado disminuir la mortalidad.
Fuente: OMS, Hospital San José, NTMX
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