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jueves, 30 de julio de 2015

¿Por qué comprar una vivienda?

Tener una vivienda propia es el sueño de la mayoría de las personas. Esto no es sólo cuestión de estabilidad y estatus, también significa generar patrimonio, sin embargo no es igual de importante para todas las personas, ni le va bien a todos los estilos de vida.

Por qué comprar

Todos hablan de las inversiones en terrenos o ladrillos, pero ¿por qué sí es buena inversión comprar bienes raíces?

Hay dos formas en las que una casa puede servir como inversión: que adquieras una vivienda que vas vivir con tu familia, o, invertir en un inmueble que vas a rentar –una casa o local comercial- que te permitirá tener un flujo de efectivo mes a mes.

El primer caso va generar tu patrimonio familiar a futuro, aunque te genere un gasto a corto plazo porque vas a pagar mensualidades de un crédito hipotecario, al final de un periodo tendrás una casa propia y habrás utilizado el crédito como complemento para un ahorro. Esta propiedad la vas a disfrutar –lo que también implica una dividendo- y, en el futuro, la podrías vender y obtener otra ganancia.

En el segundo caso, si estás más allá de crear patrimonio familiar, y buscas una inversión complementaria, entonces puedes invertir en propiedades que creen flujos por medio de rentas.

Una opción te genera una entrada de liquidez mensual, la otra te genera una inversión a largo plazo y ofrece seguridad.

Sin embargo, cuando decides comprar, lo primero es pensar por qué quieres una casa: sin duda lo primero que te mueve a tomar la decisión es la necesidad emocional y social de ser “propietario”, pero cuidado, tener el capital también es importante.

Para la mayor parte de la población el sueño de tener su casa lleva como ancla una hipoteca a plazos que varían de 10 a 30 años, durante los que estarás amarrado con una deuda mensual de hasta 30% de tus ingresos netos.

Una buena señal para comprar casa es cuando ya puedes destinar la cuarta parte de tu salario neto, a pagar una hipoteca; cuando ya hiciste carrera en una empresa y no peligra tu empleo, o sientes que es momento de dar un paso adelante en el plano personal.

Aún no es tiempo de comprar si….

• Tus ahorros no alcanzan para el enganche de al menos 20%, los gastos de inicio (escrituración, apertura de crédito, avalúo), y un “colchón” para habilitación de espacios, adaptaciones y remodelaciones.

• No tienes capacidad de ahorro. Tus gastos fijos son muy altos (colegiaturas, seguros, rentas, impuestos), y comprometen tu presupuesto mensual.

• Tu nivel de endeudamiento es alto. Tienes deudas grandes a largo o mediano plazo (autos, muebles, electrónicos, viajes).

• Estás comenzando un negocio. Si encierras tu capital en una hipoteca, no tendrás liquidez para soportar la operación de tu empresa. Consolida y luego retomas lo de la casa.

• Tu nivel de ingresos es bajo para la hipoteca que necesitas.  Evalúa si puedes pagarla. Planea cómo aumentar tus ingresos o cambia de prospecto de casa.

• Tienes poco control sobre tus finanzas. Tu presupuesto es un desastre y casi nunca terminas la quincena como estaba planeada (o simplemente no la planeas).

• Hay problemas en tu matrimonio. No tienes la cabeza fría ni las cuentas claras.

• Tú y tu pareja planean tener un hijo este año. Los gastos de maternidad son altos y los hijos muy demandantes en todos sentidos. Espera a que nazca y estabilices tu presupuesto para retomar el asunto de la casa.

• Tienes planes de retomar la escuela o ya cursas algún posgrado.

• La empresa donde trabajas pasa un momento de inestabilidad. Pueden reducir horas o beneficios, o recortar personal.

• Tienes ganas (y planes serios) de viajar y conocer el mundo.

Fuente: www.metroscubicos.com

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