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lunes, 28 de marzo de 2016

Milenio: "Usa tu casa para pagar el negocio (o tu deuda)"

Juan tenía una deuda de 500 mil pesos en tarjetas de crédito y pagaba al mes unos 75 mil para cubrir los saldos, sin lograr bajar el monto. Desesperado, pidió un crédito de liquidez con garantía hipotecaria. Así, pagó la deuda en tarjetas con el dinero del crédito, y bajó el pago de su mensualidad a 7 mil 500 pesos. Cuando acabó de pagar la deuda del crédito de liquidez, me contó Benjamín Monroy, director comercial de Creditaria, que Ana, la esposa de Juan, le dijo que ya nunca más se endeudarían así. Juan y Ana son clientes de Creditaria, un intermediario financiero para créditos, es decir una institución que te ayuda a conseguir créditos.

Parto de que todo producto financiero tiene vetas blancas, negras y grises. Un mismo producto no funciona para todos en la misma circunstancia. Es vital entender el funcionamiento de cada uno, sus beneficios y sus riesgos. Lo que hizo Juan es una de las opciones para utilizar un crédito de liquidez.  Pero... poner como garantía tu casa no es decisión sencilla; implica poner en riesgo tu patrimonio si pides un crédito que no puedes pagar. Por otro lado, es poner a trabajar tus ladrillos, que más allá de la plusvalía no generan nada.

Un crédito de liquidez da 50 y hasta 70 por ciento del valor de tu propiedad (que por cierto, debe ser una casa habitacional). Y son créditos muy baratos porque dejas como garantía tu casa. Las tasas son entre 13 y 15 por ciento de interés anual y pagas alrededor de 15 pesos por cada mil pesos prestados.

La clave es saber, ¿para qué pedirlos? Solo debes hacerlo cuando estás seguro de que puedes pagar la mensualidad por toda la vida del crédito (hasta 15 años) sin problemas. No pongas en riesgo tu casa.

Piensa en pedirlo si vas a pagar una deuda más cara, como fue el caso de Juan y Ana, o cuando vas a invertir el dinero en algo que dé más de 15 por ciento de rendimientos, me dijo Monroy. No es para pagar las vacaciones o comprar un auto. Incluso, Monroy no lo recomienda para emprender, sino para quien tiene un negocio comprobado y necesita un empujón para proveer a un nuevo cliente, por ejemplo. Y para esto también hay créditos pyme en las instituciones financieras, pero pueden tener intereses más altos o plazos más cortos.

Monroy tampoco recomienda este tipo de créditos para personas que van a comprar una franquicia por primera vez, pues no hay certidumbre del retorno. Aunque sí para quien va a comprar una segunda franquicia, por ejemplo, y ya conoce el negocio. El dinero da tranquilidad, pero también debe usarse para crear más riqueza, y en algunas ocasiones, un crédito de liquidez te permitirá hacer justo eso.

Fuente: Milenio

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